Quizá sea el edificio más famoso de Londres. Quizá sea el edificio más famoso de la Tierra. ¿Cuál le supera: el Taj Mahal, el Empire State? No lo creo. Habría que salir a la calle a preguntarlo. Lo que sí está claro es que el Big Ben es uno de esos lugares que descansan tranquilos en el imaginario de medio mundo. Quién no lo ha visitado, lo ha visto en una película, en una serie, en un programa de televisión o en algún blog de viajes. Pero conviene volver a verlo. Por su clasicismo, por su arquitectura, por su ornamentación o simplemente por ser el símbolo de uno de los países con más historia del planeta.
Como sucede con la mayoría de los edificios que se conocen primero por fotos o televisión, al encontrarte físicamente frente a él, parece más pequeño de lo que imaginabas.
Así es el ser humano. Cuando pensamos que algo es muy importante, esperamos que también sea muy grande. ¿Pero el tamaño importa? En este caso no. O sí. Porque el Big Ben, en realidad bautizado como “La Torre del Reloj”, “Big Ben” era la campana que daba las horas en su interior, es un reloj gigante. Quizá venga de ahí lo de la “puntualidad inglesa”. Si su edificio más representativo es un gran reloj que mira a los cuatro puntos cardinales para que todo el mundo en la ciudad de Westminster sepa qué hora es y por lo tanto no llegue tarde…
Pero la torre no es un edificio en sí mismo. Pertenece a uno con más valor donde él es solo su bandera: el Palacio de Westminster. Una construcción de esas que solo se hacían en otros siglos y que siempre tenían el mismo fin, albergar entre sus muros a la familia real. Y poco hay que decir de los reyes y las reinas de Inglaterra. Solo un dato. Lo levantaron con más de mil habitaciones. Que debían pensar que iban a tener muchos hijos y claro, por comodidad.
Afortunadamente desde el siglo XVI ya no habitan personajes de sangre azul en este palacio (y no me estoy refiriendo a los Pitufos). Se construyeron otros que no tuvieran tanto tráfico alrededor. Y éste quedó para el gobierno. Hoy alberga el Parlamento de Reino Unido. La Cámara de los Lores y Cámara de los Comunes. La cámara alta y la cámara baja. Lo que en España se corresponde al Parlamento y al Senado.
Pero su punto fuerte es el exterior. El que visitan millones de personas cada año. El que es uno de los lugares más fotografiados de la Tierra. El que es la imagen de la ciudad, la imagen del país. Un imagen que cuando se apaga el cielo y enciende sus luces deja una postal de ensueño. Casi un motivo completo para viajar a Londres y conocerlo. Que en fotos está muy bien, pero en persona, es mucho más agradecido.